5 de julio de 2005

Democracia

Al parecer, Rajoy ha anunciado este fin de semana que su partido pretende "plantear en septiembre un debate profundo en el Congreso de los Diputados" sobre la Ley Electoral, con la intención de reformarla para que gobierne el partido más votado. Según Rajoy es "difícil de explicar a los ciudadanos" que gobierne quien no ha sido el más votado y eso debería "ser corregido".

Se puede estar más o menos de acuerdo con el planteamiento de Rajoy, pero lo que no se puede negar es que es absurdo desde un punto de vista práctico. Para verlo, nada mejor que un ejemplo de extremo. En un país con un amplísimo espectro político, obtienen representación parlamentaria diez partidos. El más votado, con un 19% de los votos y gracias a la propuesta de Mariano Rajoy, forma gobierno. Desgraciadamente no puede gobernar. No consigue ganar ninguna votación parlamentaria porque no es capaz de recabar apoyos del resto de los partidos.

Una vez evidenciado lo absurdo del planteamiento dentro del marco legal actual, nos podemos poner suspicaces. ¿Apunta Rajoy a un sistema de doble vuelta, con una segunda vuelta reservada a los dos partidos más votados en la primera? ¿Está proponiendo Rajoy que el partido más votado (a una única vuelta) pueda gobernar como si tuviese mayoría absoluta durante los cuatro años de legislatura? Estos planteamientos son peligrosos, sobre todo el segundo. El primero convertiría nuestra democracia en un bipartidismo puro. El segundo va contra la democracia, ya que los representantes de una pequeñísima minoría podrían imponer sus medidas de gobierno a una inmensísima mayoría, solo por haber sido la lista más votada.

Es comprensible que a Rajoy le escueza lo de Galicia, pero la democracia es así y los demócratas deben aceptarlo y cuidarse de hacer declaraciones como las realizadas por el presidente del Partido Popular.